Acaso, María

Fuente: Casa del libro

rEDUvolution, hacer la REVOLUCIÓN en la EDUCACIÓN  (María Acaso, 2013) es un libro que entra por los ojos, una portada llamativa, poderosa, como debe ser tras saber que la ilustradora es doctora en Bellas Artes y su autora profesora de Educación Artística.

Es un libro para leer y para rellenar, ya que trae una serie de propuestas para hacer con el libro como por ejemplo dibujar cuatro cosas que sepas y te gustaría olvidar, apuntar dinámicas de campamento, hacer una lista de estudiantes o mapas mentales de cada capítulo, y todo ello en el libro, sí, dentro del libro ¡mola!

Presenta cinco capítulos en los que desarrolla la «reduvolution» que es una fusión de revolución más educación, por lo que en todo el recorrido destaca la importancia de hacer cambios reales en los ambientes educativos.

Comienza en el inconsciente con «pedagogía y verdad» centrándose en el cambio que debe producir tanto en el curriculum como en el papel del docente.

«la educación ya no está enlazada con el adiestramiento sino con la gestión de conocimiento, un conocimiento que será interpretado por cada uno de nosotros de forma diferente» (pág. 35).

«la labor docente en el siglo XXI debe ser la del profesor como DJ al explicitar nuestro trabajo como remixeadores, validando la idea de que remixear es crear en vez de crear» (pág. 63).

Continúa con la democracia «pedagogía y poder» en el que describe la importancia de compartir el poder, fomentar la igualdad entre alumnado y también entre docentes y alumnos/as.

» Alterar las dinámicas heredadas no significa que los estudiantes elijan un día la música de fondo, significa que decidan TODOS LOS COMPONENTES DEL ACTO EDUCATIVO: metodologías, sistemas de evaluación, disposición del mobiliario, usos del tiempo, contenidos, salidas…» (pág. 73).

«los profesores en muchos casos estamos obligados a impartir unos contenidos en las enseñanzas formales y la idea es que estos pueden ser abordados de múltiples maneras en el aula y es aquí donde de nuevo entra la democracia» (pág. 86).

El tercer capítulo versa sobre la arquitectura, «pedagogía y cuerpo» determinando que la clase debe parecerse a una reunión en la que los que acuden lo hacen libremente y con ganas de estar allí. Además aporta una serie de ideas sobre como podrían ser las clases.

«los espacios pedagógicos en los que se tiene en cuenta el diseño mejoran el aprendizaje un 25%»  (pág. 104).

«La decoración debe estimular, debe potenciar, emancipar…» (pág. 115).

«Pedagogía y simulacro» es el título del cuarto capítulo que considera la escuela como un simulacro. Además da una serie de ideas para hacerlo como transformar el nombre de las unidades en títulos llamativos (naming), recuperar lo inesperado, introducir la cultura visual, gamificación… en definitiva, revisar nuestra metodología y hacerla más acorde con nuestro alumnado.

«tenemos la responsabilidad de transformar el simulacro en experiencia para conseguir un aprendizaje significativo» (pág. 139).

«Debemos tender un puente entre lo que ocurre en el exterior y lo que ocurre en el espacio pedagógico» (pág.171).

En el último capitulo, «invesluar» la evaluación es su estrella invitada.

«tenemos una educación basada en la evaluación en vez de una educación basada en el aprendizaje» (pág. 188).

«La evaluación no debe ser un arma, sino una ayuda, debe ser una herramienta para que el

Fuente: ciie.itesm.mx

aprendizaje suceda en vez de ser precisamente su freno» (pág.190).

Para finalizar, mencionar que esta obra es interesante tanto por lo que dice como por lo bien que está diseñada.

Buen tándem entre escritora e ilustradora.

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Sánchez, Enrique

Fuente: editorial Kolima

#Pedagogía vía @twitter (Enrique Sánchez Rivas, 2017) es un pequeño libro de gran contenido que nos ayuda a reflexionar de manera eficaz y rápida a través de sus trending topics (capítulos), bien documentados y con argumentos sólidos sobre una serie de aspectos que atañen a la educación. Lo hace con un lenguaje vivo, con multitud de ejemplos que atrapan y en pocos caracteres, lo que hace que el libro se debore en una primera lectura y se disfrute a fuego lento en una segunda.

Presenta siete trending topics de variada temática y lleno de multitud de hashtags.

Todo comienza con el trending topic «más allá de la razón», el cual pretende sacar a la luz otros «contenidos» que probablemente sean igual o más importante que los contenidos que aparecen en los libros.

#Emociones,

«… la inteligencia emocional es tan importante (o más) que las matemáticas o los idiomas, y que todas las materias se comprenden mejor si se aprenden con emoción» (pág. 12).

#Recuerdan,

«construyes tu huella en el día a día. Maya Angelou lo expresa perfectamente: la gente olvidará lo que dijiste, lo que hiciste, pero no se olvidará cómo les hiciste sentir» (pág. 23).

Trending topic 2 «creando el mañana» puesto que las personitas que están en nuestras aulas son los/as dueños/as del mañana, un mañana incierto, desconocido y al que deben hacer frente lo mejor posible.

#Equivocarse,

«… la intolerancia al error desarrollada por el sistema educativo (y la sociedad en general) tiene efectos terribles sobre nuestra forma natural de aprender» (pág. 33).

#Pasión,

«… el profesor Csíkszentmihályi denomina flow, un estado mental que se alcanza al realizar ciertas tareas. Las reconocerás porque te absorben tanto que no dejan lugar para otro pensamiento en tu mente» (pág.38).

Trending topic 3 «el factor humano» o la importancia de las relaciones en el aula.

#Huella,

«Los buenos docentes dejan #huella, los malos cicatrices» (pág. 47).

#Expectativas,

«… el docente sí es profeta en su aula. Las expectativas que manifiesta ante su alumnado suele hacerse realidad…»  (pág. 54).

Trending topic 4 «educación inclusiva» o la riqueza de la diferencia.

#SegundaOportunidad,

«si buscas resultados distintos no puedes hacer siempre lo mismo» (pág. 60).

Trending topic 5 «laboratorio pedagógico», el aula debe ser como un laboratorio en donde se emplee una pedagogía viva.

#Innovación,

«No se trata de que un método reporte buenos resultados académicos: tiene que conseguir enganchar al alumnado de la misma forma que una buena novela lo hace contigo» (pág. 76).

#Ayer,

«Si enseñamos a los estudiantes de hoy como enseñábamos #ayer, les estamos robando el mañana. John Desew» (pág. 83).

Trending topic 6 «cambiando métodos» o como convertir el aula en un laboratorio pedagógico.

#metodología,

«Marc Prensky… la educación está tan anticuada que es poco probable que cambiándola se pueda perjudicar a los estudiantes» (pág. 94).

#cuento,

» Si lo que estás explicando es muy importante, lo mejor que puedes hacer es contar un #cuento… el storytelling propone conquistar la atención, conectar con las emociones, crear ideas…» (págs. 101-102).

enriquesachezrivas.es

En definitiva, una obra cargada de autores, pequeños relatos, ideas del autor y, lo más importante,  dan ganas al lector para parar un momento y pensar en algo muy importante, la educación.

Además por suerte, podemos disfrutar del escritor en pedagogia350 y en el CEP de Málaga del que es su director, ¡todo un lujo!

¡Enhorabuena Enrique!

Un libro que #recomiendo.

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García, Almudena

Fuente: Litera libros

Otra educación ya es posible (Almudena García, 2017) es una obra que nos introduce en el mundo de las pedagogías alternativas o activas. No son nuevas, siempre han estado ahí o por lo menos desde el siglo pasado, lo que ocurre que ahora están siendo más conocidas por la sociedad.

«Los alumnos deben pasar cada vez más horas en el aula, haciendo deberes o en clases de refuerzo o extraescolares. Por el bien de los niños, no se les está permitiendo ser niños» (página26).

¿Las alternativas? Las pedagogías activas en las que el alumnado se convierte en el protagonista de sus propios aprendizajes respetando sus ritmos, jugando, cooperando, convirtiendo la disciplina en autodisciplina, valorando la diversidad, desarrollando el pensamiento crítico, conectados con el mundo natural y social, en definitiva, dejando que sean niños.

«La educación es concebida como el medio para construir un mundo mejor» (página 33).

En el camino de las pedagogías activas nos encontramos con grandes pedagogos como María Montessori:

«… el fin de esta pedagogía es ayudar a alcanzar al niño todo su potencial como ser humano, a crecer como un individuo libre. Y el primer paso hacia la libertad es la autonomía» (página 37).

Para Montessori la función del educador es ser guía en los aprendizajes explicando los materiales y proponiendo desafíos en el «ambiente preparado», diferentes áreas (vida práctica, sensorial, matemática, lenguaje, cultural) para ir desarrollando esa autonomía.

Siguiendo este camino nos encontramos con Steneir, creador de la escuela Waldorf:

«Steiner defendía que el aprendizaje es más eficiente cuando se realiza por inmersión, es decir, cuando podemos dedicar el mayor tiempo posible a un tema. (…) la pedagogía Waldorf es directiva, contando con un currículum propio, con distintos temas a trabajar por cursos» (página 66).

También aparecen pedagogías que no tienen un creador claro caso de Summerhill, Sudbury, pedagogía Libertaria, educación viva, comunidad de aprendizaje, ABP, educación lenta, escuelas bosque… que la autora las engloba en dos capítulos «Educación libre y educación democrática» y «Otros enfoques».  Cada una tiene sus propias características y modo de funcionar pero todas comparten que:

«El alumno no ya no se concibe como una vasija vacía destinada a ser llenada por el adulto. Deja de ser un sujeto pasivo, que memoriza y repite, para convertirse en agente de cambio» (página 81).

«… enseñar exige saber escuchar y respetar los saberes de los alumnos. Enseñar y aprender implican un descubrimiento propio y ajeno» (página 81).

Durante los últimos capítulos se dan respuestas a una serie de preguntas llegando a encontrarnos una reflexión sobre la educación.

«Ninguna pedagogía es ilegal. Los currículums oficiales establecen unos objetivos mínimos que los alumnos deben alcanzar, pero no obligan a seguir un determinado enfoque pedagógico» (página 158).

«Lo que está claro, es que en estas escuelas se adquieren habilidades que son minusvaloradas por la educación tradicional, como la capacidad de trabajar en equipo, de defender las propias ideas o de hablar en público» (página 165).

«Ninguna de las nuevas pedagogías es perfecta, pero todas se han ocupado de elaborar respuestas a muchos de los problemas que plantea el sistema actual. (…) Hoy en día, con los índices de fracaso escolar por las nubes y la motivación de los alumnos por los suelos, parece necesario no quedarse en lo de siempre» (páginas 197-198).

Fuente: ludus.org.es

En definitiva, es un buen libro para introducirse en estas pedagogías, tal como indica su portada, y a partir de ahí indagar en aquellas que más nos interese. Mencionar que este libro es fruto del trabajo que la autora desarrolla en Ludus, un directorio que creó hace unos años para dar a conocer todas estas iniciativas.

¡Enhorabuena Almudena! #Recomiendo

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L’Ecuyer, Catherine

Fuente: twitter

Educar en el asombro (Catherine L’Ecuyer, 2012) es un libro refrescante que nos incita a reflexionar sobre nuestra sociedad, la infancia, la educación y sobre todo, el asombro, motor de la motivación.

El libro se divide en dos partes, mientras te paseas entre las páginas de su primera parte  descubres como nuestro modo de vida promueve la sobreestimulación de los más pequeños sin ningún tipo de necesidad, sin respetar el ritmo de cada uno. Parece que es imprescindible que un niño ande, hable, escriba y lea lo más pronto posible… pero ¿para qué?

«En contra de la creencia popular, no existen evidencias neurocientíficas que justifiquen empezar la educación formal cuanto antes». (página 39).

Con ello no se incita el auto descubrimiento utilizando el tiempo necesario y los propios medios sino todo lo contrario, la dependencia de lo instantáneo sin esfuerzo alguno. Todo ello va modelando a los más jóvenes que caen en una desmotivación continua, impulsividad desmedida, hiperactividad, etc.

«Lo que sí sabemos es que la sobreestimulación está presente de forma sostenida en el entorno en el que se encuentran la mayoría de los niños de hoy en día. (…) varios otros estudios asocian el consumo de televisión y de videojuegos con problemas de atención y el visionado de series violentas antes de los tres años con problemas de atención y de impulsividad a los siete años» (página 49).

En el libro se aboga en todo momento por el asombro y de educar en él

«El asombro es el deseo de conocimiento. Ver las cosas con ojos nuevos permite quedarnos prendados ante su existencia, deseando conocerlas por primera vez o de nuevo». (página 31).

«Educar en el asombro consiste en respetar su libertad interior, contando con el niño en el proceso educativo, respetar sus ritmos, fomentar el silencio, el juego libre, respetar las etapas de la infancia, rodear al niño de belleza, sin saturar los sentidos…» (página 66).

Y en esta idea de educar esta basada la segunda parte del libro en la que encontramos aportaciones tan interesantes y sensatas como las siguientes:

«Algunos estudios confirman que el tiempo de juego sin demasiadas estructuras es fundamental para que el niño pueda desarrollar la capacidad de resolución de problemas, para fomentar la creatividad y para desarrollar su capacidad de mantener la atención» (página 76).

«La forma más directa y eficaz de matar el asombro de un niño es darle todo lo que quiere, sin ni siquiera darle la oportunidad de desearlo. La falta de límites y el consumismo frenético en los niños destruyen el asombro porque así los niños dan todo por supuesto» (página 80).

«La naturaleza es una de las primeras ventanas de asombro del niño, y es ciertamente la ventana que puede ayudar a recuperar el sentido del asombro a quien lo haya perdido» (página 89).

«Vemos a los niños lentos porque comparamos su ritmo con el nuestro» (página 96).

«Saltarse las etapas de la infancia es despreciar el mecanismo con el que cuenta la naturaleza para asegurar un buen desarrollo de la personalidad» (página 110).

«El silencio es una parte muy importante del aprendizaje y es necesario para la reflexión, una de las cualidades que caracteriza a la persona humana» (página 119).

En definitiva, un buen libro que nos recuerda cuan importante es la infancia y de lo indispensable que es incluir en la sociedad a los niños y sus valores:

«El niño nos recuerda los valores de la paz, la solidaridad, la transparencia, la delicadeza, el optimismo, la protección de la inocencia, la empatía, la compasión, la dignidad de la vida humana, la alegría, el agradecimiento, la humildad, la sencillez, la amistad» (página 171).

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Bermejo, Raúl

Fuente: gestionandohijos

 

Ser maestro (Raúl Bermejo, 2017)  es un libro que engancha llegando a ponerte en la piel del autor a través de sus experiencias y opiniones. Totalmente recomendable para cualquier docente o interesado/a en la educación. El libro se centra en la etapa de Educación Infantil pero sus enseñanzas traspasan esa etapa debiendo impregnar a las demás, la Educación Infantil es fuente inagotable de innovación y mejora para nuestro sistema educativo.

Rául  Bermejo invita al lector a realizar un viaje por 16 capítulos, son breves pero con gran contenido para que uno pueda reflexionar a través de sus exposiciones.

En la introducción ya nos ofrece algunos tintes que impregnarán todo el escrito destacando la importancia de la educación y la labor de los maestros, así como el protagonismo del alumnado y de las familias.

«Lo principal para un maestro… es formar a los niños y niñas en todos sus aspectos, en conocimientos, por supuesto, pero sobre todo en valores, en emociones y creatividad, aspectos fundamentales en cualquier ser humano» (página 14).

Durante el resto de capítulos se defienden ideas tan sensatas como:

  • Creer y confiar en nuestro alumnado.
  • «Si confiamos en ellos, desarrollaremos su autoestima, su seguridad y su confianza en sí mismos. Nuestros alumnos recuperarán las ganas de aprender» (página 36).

  • Respetar ritmos de aprendizaje y no obligar a que el alumnado crezca antes de tiempo.

«Por favor…dejemos que se pierdan para que ellos vuelvan a encontrarse» (página 48).

  • La educación en valores y las emociones, ¿cómo sería de una escuela que no tuviese en cuenta los valores y las emociones?

«Creo que la educación en valores hay que trabajarla desde edades muy tempranas… Debería ser algo primordial y prioritario, por encima de otros muchos contenidos que se trabajan en estas etapas educativas,…» (página 88).

  • La asamblea como espacio de comunicación, de pertenencia al grupo, etc.

«¿cuándo escuchamos nosotros lo que ellos tienen que decirnos? Los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje son los niños y las niñas, no somos los adultos. Debemos lograr que los niños sientan que pertenecen al proceso y que su palabra tiene valor para nosotros, y debemos establecer una buena base, donde se sientan afectivamente seguros. Y aquí entra en juego la asamblea,…» (página 96).

  • ¿Deberes sí, deberes no? Pues los justos y necesarios y a la edad adecuada, sería recomendable más coordinación entre el equipo docente para disminuir el atracón de tareas y que éstas fuesen diferentes y no una mera repetición de contenidos, tareas con sentido.

«…creo que hay que hacer actividades motivadoras en familia, disfrutar de los hijos y no olvidar (cosa que ocurre demasiado a menudo) un factor muy importante: los niños están en constante aprendizaje» (página 105).

  • La importancia de la educación ambiental, los derechos de la naturaleza.

«…no olvidemos que si los niños no conocen lo que tiene a su alrededor, difícilmente podrán protegerlo y mucho menos disfrutarlo» (página 111).

  • Dejar jugar a los niños y niñas tanto en infantil como en las etapas siguientes ya que si el alumnado se divierte su motivación será mayor y querrá conocer más.  Mención especial para su decálogo: «dejemos jugar más a los niños» (página 60).
  • Comunicación fluida familia-escuela, todos debemos remar en la misma dirección.
  • El patio como espacio educativo, y en general, cualquier espacio del colegio es potencialmente educativo.
  • Potenciar la creatividad con especial atención al proceso y no tanto al resultado ofreciendo pautas para su realización.

Llegando al final del libro nos encontramos con un capítulo basado en entrevistas sobre educación. Son realizadas a varias personas de distintas edades y generaciones a las que les propuso una serie de preguntas que giraban entorno a: los maestros en sus escuelas, anécdotas de los días de estudiante, la evolución de la educación y requisitos para un maestro. En todas las respuestas quedan reflejadas cuan importante es o debería ser la educación.

Como conclusión nos encontramos la última joya del libro, las reflexiones finales que realiza el autor y de ellas estas son las que más me han llamado la atención:

«En el ámbito de la educación, las personas encargadas de que se produzcan los milagros son los propios maestros» (página 145).

«En educación tenemos la idea de que el niño es como un cesto que hay que llenar de conocimientos, pero en verdad es una semilla que más tarde terminará siendo árbol» (página 145).

«Si no amas tu trabajo, se notará en tu forma de enseñar, en el trato con los alumnos y alumnas y en tu vida en general. La palabra maestro debe ir unida a la palabra vocación» (página 149).

Un libro que denota amor por la profesión, por ser maestro. #Recomiendo

 

 

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Royo, Alberto

Contra la nueva educación (Alberto Royo, 2016) es un libro que como su propio nombre indica va en contra de la nueva educación y se centra en la importancia del conocimiento que según su autor se va perdiendo con las nuevas innovaciones pedagógicas. Con el título, el Sr. Royo:

«… se opone a la novedad, si es dañina, y defiende la tradición, cuando es valiosa. Ni rechaza toda la innovación ni alaba las tradiciones que no son dignas de elogio» (página 25).

Tras un buen rato en la librería leyendo su argumento y ojeando su interior decidí adquirirlo a sabiendas de que me iba a «enfadar» durante la lectura, pero considero que hay que leer de todo para poder conocer los argumentos de los demás y de esa manera rebatirlos con el propio conocimiento y en especial, con la experiencia. No obstante, para mi sorpresa, hay más afirmaciones que comparto con el autor que las que no comparto, por lo que al final apenas llegué a alterarme.

Fuente: actuall

El libro está compuesto por 8 capítulos donde realiza una firme defensa del conocimiento y se expone en ferviente contraposición a los gurús educativos que no han pisado un aula. El recorrido se inicia con la educación en valores, cuyos programas se desarrollan con mucho adoctrinamiento a excepción de determinados casos como aquellos que otorga a la memorización gran importancia y continúa por la tecnología y creatividad, donde se ensaña contra el maestro creativo Ken Robinson. Considero que es importante desarrollar la creatividad entre nuestro alumnado y que cada persona nos puede enseñar algo, Sir Robinson también. Por otro lado, el señor Royo se adentra en la innovación educativa compartiendo verdades que siempre deben estar presente pero que en algunas ocasiones se pueden llegar a olvidar:

«Innovar no puede consistir en borrar la tradición, sino precisamente en conocerla a fondo para, una vez dominada, poderla trascender y aportar, entonces sí, novedades que supongan una mejora o una evolución, un salto creativo» (página 50).

Además, durante el capitulo aparecen las primeras grandes disensiones con el autor, ya que para él ¿¡cómo se va a hacer al alumnado evaluador!?¿¡otorgarle protagonismo en sus aprendizajes!?¿¡aprendizaje por proyectos!? Evidentemente mi contestación a las tres preguntas es sí, la de él es un no rotundo.

Por otro lado, el plurilingüismo también está presente ya que es la gran novedad del sistema educativo y en el que se van introduciendo multitud de idiomas y, en algunos casos, se va perdiendo la capacidad de nuestro alumnado para comprender perfectamente en castellano. El autor no se muestra totalmente en contra pero hay que hacerlo bien, en eso creo que todos estamos de acuerdo. De los idiomas a la empleabilidad pasando por las emociones, según Royo, éstas no deben estar nunca por encima del conocimiento y en este sentido, no se yo hasta que punto es más importante: si gestionar las emociones o saber la historia de España, me decanto por lo primero para acceder después a lo segundo. Además manifiesta que la labor del docente es ser un transmisor de conocimientos, según mi opinión mi labor va mucho más allá. Afirmaciones que recogen estas ideas:

«Como nuestros alumnos, parece, ya son excelentes, podemos dedicarnos a ayudar a nuestros jóvenes a conocerse y confiar en sí mismo, a comprender a los demás, a reconocer y expresar emociones e ideas, a desarrollar el autocontrol, a aprender a tomar decisiones responsables, a valorar y cuidar su salud, a mejorar sus habilidades sociales, a resolver problemas y a evitar conflictos. Porque, como digo, su formación académica es inmejorable» (página 85).

«…si el conocimiento se apreciara y no hubiera dudas de que la transmisión de conocimientos es la labor fundamental del profesor, muy pocos se aventurarían a hablar de educaciones emocionales, coaching o emprendimiento» (página 129).

En los últimos capítulos realiza un análisis de la pedagogía a través de diferentes prácticas como las tertulias dialógicas, flipped classrroom o polygon system. En ese análisis comenta que muchas de estas prácticas ya se hacen pero que no se le ponen nombre, cierto, muchas de las innovaciones que se nos venden ya se están haciendo pero sin publicidad.

Durante todo el texto queda patente su defensa por la educación pública y por buscar lo mejor para sus alumnos/as, ambas aspectos son dignos de reconocer:

«Uno enseña (o hace todo lo que puede), influye (o lo pretende), da ejemplo (o lo intenta), con la intención de poner su granito de arena en relación con cada uno de lso alumnos que pasan por sus manos, con el noble propósito de colaborar en el desarrollo de sus capacidades hasta el máximo de lo que puedan y quieran dar, de sembrar en ellos la curiosidad por aprender y disfrutar de lo que uno aprende» (página 201).

Interesante lectura.

 

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Robinson, Ken

Escuelas creativas (Ken Robinson, 2015) y Las escuelas que cambian el mundo (César Bona, 2016) son dos libros centrados en experiencias que se realizan en las escuelas a ambos lados del océano.

Ken Robinson se centra en Estados Unidos y comenta vivencias de distintos centros educativos (escuelas e institutos) de ese país con lo que la lejanía hace mella en su lectura, no obstante hay algunas ideas interesantes. Es un libro que se basa en la implicación del profesorado en cambiar la realidad en la que está e involucrando a familias y alumnado.  Es un libro fundamentado en multitud de informes (casi todos americanos) y en el que desarrolla su famosa charla TED «Cómo la escuela mata la creatividad».

Está compuesto por 10 capítulos donde recoge impresiones, ideas y opiniones sobre diferentes temas de gran interés como: la manera de evaluar, el uso de las TIC, la participación y poder de decisión del alumnado, las familias, la dirección de los centros, el Currículum, la formación inicial/ continua y características del profesorado, personalización del aprendizaje, etc.

Tal vez el capítulo que me resulta más interesante es el último, en el que intenta dar las claves para cambiar el clima general y termina compartiendo la cita de Benjamin Franklin sobre las clases de persona que hay en el mundo, y que por tanto, también en las escuelas:

«Hay tres tipos de persona: las que son inamovibles, las que son movibles y las que se mueven… Las primeras no ven la necesidad de cambiar y no quieren hacerlo… mi consejo es dejarlas en paz… el tiempo juega en favor de la renovación. Luego están las movibles, ven la necesidad de cambiar y quizá no sepan qué hacer, pero están dispuestas a actuar si alguien consigue convencerlas. Colabora con ellas y estimule su energía. Y finalmente, las que se mueven… agentes de cambio que son capaces de imaginar un futuro distinto y están resueltas a hacerlo realidad… Como dijo Gandhi, si queremos cambiar el mundo, debemos ser el cambio que queremos ver». (página 322). ¿Qué tipo de docente/persona eres?

En definitiva, es placentero siempre escuchar o leer a Sir Ken Robinson, aunque si tengo que elegir entre uno y otro, prefiero escucharlo.

Fuente: El Español

Por otro lado nos encontramos a César Bona, en este caso prefiero leerlo a escucharlo ya que sus charlas son demasiados cortas. Su último libro trata sobre las escuelas changemakers , escuelas que se convierten en agentes de cambio. Son siete experiencias por todo el país que nos acerca a buenas prácticas educativas y sobre todo, aporta muchas ideas para llevar al aula y eso es de agradecer. Todas ellas se basan en darles responsabilidades al alumnado y hacerles partícipes de su aprendizaje. En este sentido, nos encontramos ricas actividades como:

  • Bibliotecarios y televisión escolar  (experiencias de Amara Berri, páginas 37, 45).
  • Mediadores y gusanillo de lectura, bibliopatio (C.E.I.P. La Biznaga, páginas 66, 75, 84).
  • Asambleas en secundaria (colegio Padre Piquer, pág. 164).
  • Trabajo por zonas (Amara Berri, pág. 35).
  • Trabajo por proyectos (Escuela de Alpartir, pág. 206).
  • Nube de preguntas, mapa de aprendizaje, menú de juegos y secuencias didácticas (Escola Sadako, páginas 247, 250, 253, 257).

Es grato que leyendo el libro haya encontrado multitud de similitudes con el trabajo que realizo dentro del aula, ¿seré un agente de cambio?

Además de las actividades, César comparte sus impresiones y da voz a los/as docentes, familias y alumnado de los distintos centros por lo que la riqueza de la obra es aún mayor. Entre las opiniones que comparto y que dejo para su reflexión nos encontramos las siguientes:

«En la mayoría de las escuelas parece que Infantil sea un mundo y primaria otro muy diferente. En Infantil se puede jugar; en primaria hay que empezar a trabajar» (pág. 34).

«Hay que invitar a los niños a participar y a tomar decisiones Si a un niño le dices: Pon tú las reglas, porque este sitio te perteneces, quien primero respetará el lugar y las normas establecidas será el niño»(pág. 67).

«Muchas veces nos abrazamos a nuevas metodologías o distintos enfoques innovadores que pretenden acabar con el fracaso escolar de un modo innovador y, sin pretenderlo, desnaturalizamos la educación privándola de lo más básico. La educación no puede funcionar sin sentido común…» (pág. 155).

«Lo importante no es la respuesta sino lo que aprenden durante el proceso. Ahora entiendo por qué sigue fallando el sistema educativo: se les piden respuestas continuamente, pero unas respuestas que previamente les hemos dado para que aprendan. Sin embargo, todo el proceso se queda en el camino…» (pág. 247).

«Debemos invitar a nuestros chicos y chicas a crear obras maravillosas…» «La escuela ha de involucrarse más en la sociedad…» «El trabajo cooperativo no puede ser una moda en las escuelas: colaborar, ayudarse y mirar objetivos juntos, la empatía, la creatividad, la resolución de los problemas…» «…la clave está en formar equipo…» «…se necesitan líderes en los centros educativos…» «yo confío en ti» (págs. 329,330 y 331).

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Bona, César

Para iniciar las reseñas bibliográficas comienzo con César Bona, ¿por qué? Porque es un maestro, no es un pedagogo renombrado, no es un catedrático metido en la universidad, no es un gurú educativo… es un simple maestro, y eso ya es decir mucho.

La nueva educación es casi una biografía profesional de César, donde cuenta sus experiencias desde sus inicios, sus anécdotas con el alumnado y básicamente, lo que hace en su clase. No es un manual a seguir, es un escrito para reflexionar y para «pillar» ideas con el fin, si se desea, de personalizarlas en las aulas.

Me gusta mucho la importancia que da a que el alumnado se exprese, enseñe a hablar en público aunque se sea tímido. Es esencial ese aspecto, que el alumnado hable, sea escuchado y decida, que se acostumbre a hablar ante una audiencia, es algo que hubiera agradecido en mi etapa estudiantil, me hubiera ayudado mucho a no ser tan introvertido y poder tener más soltura a la hora de expresarme públicamente.

Para abrir boca y animar a su lectura, he escogido algunos fragmentos que me resultan reveladores:

«No podemos olvidar jamás que si queremos enseñar, quienes primero tenemos que estar aprendiendo constantemente somos nosotros» página 30.

«Los maestros somos unos privilegiados porque cada día tenemos la oportunidad de sumergirnos en una piscina infinita de imaginación, de ilusión y de inspiración de la cual todos y cada uno de nosotros se nutre» página 53.

«… tenemos que hacer lo posible para que los niños vayan a gusto a la escuela. E ir a gusto significa sentirse implicado, conservar la esencia que cada uno tiene, manteenr despierta la curiosidad, sentir que se le escucha…» página 115.

Por lo que sino lo has leido todavía, no pierdas la oportunidad. Además, si tienes el lujo de escucharlo, ¡no te lo puedes perder! Merece la pena.

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