García, Almudena

Fuente: Litera libros

Otra educación ya es posible (Almudena García, 2017) es una obra que nos introduce en el mundo de las pedagogías alternativas o activas. No son nuevas, siempre han estado ahí o por lo menos desde el siglo pasado, lo que ocurre que ahora están siendo más conocidas por la sociedad.

«Los alumnos deben pasar cada vez más horas en el aula, haciendo deberes o en clases de refuerzo o extraescolares. Por el bien de los niños, no se les está permitiendo ser niños» (página26).

¿Las alternativas? Las pedagogías activas en las que el alumnado se convierte en el protagonista de sus propios aprendizajes respetando sus ritmos, jugando, cooperando, convirtiendo la disciplina en autodisciplina, valorando la diversidad, desarrollando el pensamiento crítico, conectados con el mundo natural y social, en definitiva, dejando que sean niños.

«La educación es concebida como el medio para construir un mundo mejor» (página 33).

En el camino de las pedagogías activas nos encontramos con grandes pedagogos como María Montessori:

«… el fin de esta pedagogía es ayudar a alcanzar al niño todo su potencial como ser humano, a crecer como un individuo libre. Y el primer paso hacia la libertad es la autonomía» (página 37).

Para Montessori la función del educador es ser guía en los aprendizajes explicando los materiales y proponiendo desafíos en el «ambiente preparado», diferentes áreas (vida práctica, sensorial, matemática, lenguaje, cultural) para ir desarrollando esa autonomía.

Siguiendo este camino nos encontramos con Steneir, creador de la escuela Waldorf:

«Steiner defendía que el aprendizaje es más eficiente cuando se realiza por inmersión, es decir, cuando podemos dedicar el mayor tiempo posible a un tema. (…) la pedagogía Waldorf es directiva, contando con un currículum propio, con distintos temas a trabajar por cursos» (página 66).

También aparecen pedagogías que no tienen un creador claro caso de Summerhill, Sudbury, pedagogía Libertaria, educación viva, comunidad de aprendizaje, ABP, educación lenta, escuelas bosque… que la autora las engloba en dos capítulos «Educación libre y educación democrática» y «Otros enfoques».  Cada una tiene sus propias características y modo de funcionar pero todas comparten que:

«El alumno no ya no se concibe como una vasija vacía destinada a ser llenada por el adulto. Deja de ser un sujeto pasivo, que memoriza y repite, para convertirse en agente de cambio» (página 81).

«… enseñar exige saber escuchar y respetar los saberes de los alumnos. Enseñar y aprender implican un descubrimiento propio y ajeno» (página 81).

Durante los últimos capítulos se dan respuestas a una serie de preguntas llegando a encontrarnos una reflexión sobre la educación.

«Ninguna pedagogía es ilegal. Los currículums oficiales establecen unos objetivos mínimos que los alumnos deben alcanzar, pero no obligan a seguir un determinado enfoque pedagógico» (página 158).

«Lo que está claro, es que en estas escuelas se adquieren habilidades que son minusvaloradas por la educación tradicional, como la capacidad de trabajar en equipo, de defender las propias ideas o de hablar en público» (página 165).

«Ninguna de las nuevas pedagogías es perfecta, pero todas se han ocupado de elaborar respuestas a muchos de los problemas que plantea el sistema actual. (…) Hoy en día, con los índices de fracaso escolar por las nubes y la motivación de los alumnos por los suelos, parece necesario no quedarse en lo de siempre» (páginas 197-198).

Fuente: ludus.org.es

En definitiva, es un buen libro para introducirse en estas pedagogías, tal como indica su portada, y a partir de ahí indagar en aquellas que más nos interese. Mencionar que este libro es fruto del trabajo que la autora desarrolla en Ludus, un directorio que creó hace unos años para dar a conocer todas estas iniciativas.

¡Enhorabuena Almudena! #Recomiendo

Síguenos en:
Facebooktwitter
Publicado en Libros y etiquetado , , .