Programar por competencias

La quinta y última sesión del curso «aprender a programar por competencias (iniciación)» del CEP de Málaga y celebradas en octubre, la dedicamos al título del curso «programar por competencias». Considero necesario que antes de programar debemos conocer la legislación y querer/saber trabajar y evaluar por competencias, por último, cuando todo lo anterior está dominado centrarnos en el papeleo de la programación, ya que haciéndolo al revés carece de sentido todo el trabajo que vayamos a elaborar. El «papeleo» tiene que servir como guía durante todo el curso escolar por lo que es necesario conocer nuestro alumnado, los recursos de los que disponemos, nuestros puntos fuertes y débiles, las metas a conseguir, etc. y con todos esos ingredientes bien mezclados y aderezados nos saldrá un delicioso plato (programación didáctica) que iremos degustando UDI a UDI.

Para comenzar, se realizó un pequeño resumen de la evaluación y nos pusimos a programar nuestra UDI (Unidad didáctica integrada), aquella que comenzamos a planificar en la segunda sesión.  La manera en la que programo está basada en la programación de UDIs de Séneca, de tal manera que nos resulte sencillo pasar de papel a Séneca. Me parece bastante complejo intentar programar en Séneca sin haberlo hecho antes en papel.

La programación de la UDI se divide en tres partes:

  • Concreción curricular: donde aparecen objetivos, contenidos, evaluación (criterios e indicadores) y competencias clave a desarrollar en cada una de las áreas que se incluyen en la UDI. Para esta parte, Séneca es genial ya que seleccionando los indicadores que se van a trabajar se crea toda la concreción curricular del tirón.
  • Transposición didáctica: qué tareas se van a llevar a cabo en cada una de las áreas durante toda la UDI para la consecución del producto final. Tanto en papel como en Séneca, suelo introducir las tareas, actividades y ejercicios esenciales y más interesantes. A su vez, en esta apartado deberemos decidir que tipo de metodología, temporalización, recursos, procesos cognitivos y escenarios que se van a utilizar.
  • Valoración de lo aprendido: en este punto difiero con Séneca ya que te pide que rubriques, y posteriormente evalúes, cada uno de los indicadores que se desarrollan en la UDI y que has asociado a un instrumento. Para mí es muchísimo más cómodo y comprensible asignar los indicadores a los instrumentos de evaluación y evaluar estos últimos a través de rúbricas. En Séneca evalúas por rúbricas los x indicadores que has asignado al portfolio y yo evalúo el portfolio rubricado que tiene asignado x indicadores (además con iDoceo puedo asignar indicadores específicos a cada aspecto de la rúbrica). Pero… ¿cuál es la diferencia? Que puedes agrupar indicadores ahorrando tiempo y esfuerzo, o por lo menos es lo que me parece a mi.

Una vez explicada la programación en papel se enseñó la manera de hacerlo por Séneca. Si hubiéramos tenido más tiempo y el curso de iniciación lo hubiese requerido pues nos habríamos puesto a toquetear Séneca creando una UDI (titulo, justificación, temporalización, materias, profesorado participante, etc),  eligiendo indicadores, añadiendo tareas, planificando actividades, elaborando la rúbrica de cada indicador y seleccionando instrumentos de evaluación hasta llegar a introducir la calificación de cada indicador. Pero como no había tiempo y no era misión de este curso, solo pudimos verlo de pasada.

Por último y antes de que entráramos de lleno en la programación didáctica, se comentó la importancia de difundir las prácticas educativas que se desarrollan dentro del aula y en el centro educativo, es fundamental, ¡hay que difundir todo lo que hagamos! La mejor manera es hacerlo a través de las redes sociales ya que es lo más inmediato y directo que actualmente tenemos. También, además de difundir a la sociedad, es necesario difundirlo entre las familias para que por un lado estén informadas de lo que se hace en clase y colaboren y por otro para que conozcan, tanto familias como alumnado, la forma en la que se les va a evaluar a los/as críos/as.

Y ya la guinda del pastel, la programación didáctica. A la hora de programar se pueden hacer de diferentes maneras y aquí comentaré algunas que conozco pero hay que decir que todas, por normativa, deben desarrollar los siguientes puntos y como mínimo centrarse en el ciclo:

  1. Contextualización.
  2. Contribución de las áreas a las CC.CC.
  3. Objetivos, secuenciación y distribución temporal de los contenidos (teniendo en cuenta los dos cursos), los criterios de evaluación para cada una de las áreas e indicadores de evaluación.
  4. Orientaciones metodológicas.
  5. Evaluación.
  6. Atención a la lectura.
  7. Valores y elementos transversales.
  8. Atención a la diversidad.
  9. Actividades complementarias y extraescolares.
  10. Unidades didácticas integradas (aquí introduciríamos las programaciones de las UDIs).

En el punto número 3: objetivos, secuenciación y distribución temporal de los contenidos (teniendo en cuenta los dos cursos), los criterios de evaluación para cada una de las áreas e indicadores de evaluación, es donde se encuentra el meollo de la cuestión. Podemos desarrollar este punto de cuatro maneras:

  • Editoriales: suelen separar objetivos, contenidos y criterios de evaluación. Hacer una programación de editorial es simplemente copiar y pegar o ni eso, es poner una portada y el nombre del docente. Es el medio más rápido, más absurdo y menos personal que hay.
  • Mapa de relaciones curriculares: entrar en Séneca y pegar el mapa de relaciones de cada curso y área en sus respectivas programaciones. En el mapa de relaciones aparece cada criterio de evaluación asociado a objetivos, contenidos (sin secuenciar ni temporalizar), competencias clave e indicadores. Parecido al anterior y creo que con la misma utilidad pero con mayor número de páginas.
  • Bloque de contenidos: una idea de @gabrielmarin1 y que puedes ver en el siguiente video

  • Núcleos temáticos: es la que utilizo yo y está basada en el proyecto Átlántida Granada con alguna modificación. Antes de nada es necesario unir las áreas de C.Naturales y C. Sociales en un ámbito de conocimiento (artículo 5 de la Orden 17 de marzo de 2015), posteriormente asignamos indicadores por nivel agrupados por temáticas y por último se realiza una tabla de núcleos temáticos integradores asignando criterios, objetivos, bloques, indicadores, competencias y unidades del libro, es algo lento pero solo consiste en asignar números.

La burocratización del trabajo docente, el papeleo, es lo que menos nos gusta a los/as docentes pero ya que lo tenemos que realizar, mejor que sea con sentido y nos permita reflexionar.

A continuación la presentación utilizada,

Acceso a la documentación utilizada.

Síguenos en:
Facebooktwitter

Evaluar por competencias

La cuarta sesión del curso «aprender a programar por competencias (iniciación)» del CEP de Málaga y celebradas en octubre, la dedicamos a «evaluar por competencias». Dentro de las competencias y de la educación en general, la evaluación sea tal vez el aspecto que más interrogantes plantea, además supone mucha dificultad cambiar el paradigma de una evaluación cuantitativa por una cualitativa cuando al final hay que introducir una nota numérica en Séneca. No obstante, durante todo el proceso el profesorado debe evaluar de la manera más cualitativa y objetiva posible, y no solo el profesorado, sino también el alumnado e incluso, las familias podrían participar.

Para desarrollar toda la sesión y como en las anteriores, seguimos poniendo en práctica el aprendizaje cooperativo con los equipos que ya teníamos formados. A partir de ahí comenzamos a reflexionar acerca de nuestra evaluación, en la cual prima el trabajo diario frente a exámenes escritos aunque estos últimos siguen teniendo gran importancia y puede que las familias les otorguen más que los propios docentes, por ello los/as maestros/as debemos hacer pedagogía respecto a ello en nuestras aulas.

Se realizó un pequeño análisis de la normativa vigente, en donde pudimos descubrir el carácter formativo de la misma y la necesidad de utilizar criterios de plena objetividad. Es necesario que tanto alumnado como familias conozcan la forma en la que se evalúa, a través de qué instrumentos y cuales son los criterios utilizados, intentando en todo momento disminuir la subjetividad que subyace. En este sentido una evaluación basada en evidencias se presenta como la mejor opción.

Durante gran parte de la jornada nos centramos en las mecánicas, instrumentos, evaluadores y apps educativas. De manera resumida:

  • Mecánicas: me gusta llamarlas así en vez de procedimientos y las considero como formas de evaluar. En ellas podemos encontrar el diario de aprendizaje, la escalera de la metacognición, la diana de evaluación y las rúbricas, esta última la utilizo en todo momento en mi aula como procedimiento de evaluación, ya sea para una observación como para un trabajo. Algunos/as podrían decir que son instrumentos y no se equivocarían, aún así yo  prefiero diferenciarlas.
  • Instrumentos: el qué se evalúa, lo tangible. Existen innumerables instrumentos para evaluar como puede ser un producto final, tareas específicas, portafolio, cuadernos, pruebas escritas, etc. Normalmente utilizo la rúbrica para evaluar los instrumentos que utilizamos en clase.
  • Evaluadores: creo firmemente en la capacidad del alumnado para evaluarse a sí mismo, a los compañeros, al equipo, a la UDI desarrollada e incluso a la labor docente. Por otro lado, los propios docentes además de evaluar al alumnado, debemos reflexionar sobre nuestra práctica educativa y si es en equipo, mucho mejor.
  • Apps: entre las apps que se pueden utilizar para ayudar en el trabajo evaluador nos encontramos diferentes cuadernos digitales como iDoceo (apple), Additio (apple/android) o iSéneca (apple/android). Este último ha sufrido una gran modernización y se ha vuelto más operativo que en las versiones anteriores.

Ya en la última parte, abordamos las competencias clave y cómo se podía describir el nivel competencial adquirido por un alumno y las competencias que nuestra UDI puede desarrollar (esta UDI se comenzó a elaborar en equipos durante la segunda sesión y se finalizó en esta adjuntando la evaluación de la misma).

A continuación la presentación utilizada,

Acceso a la documentación utilizada.

Síguenos en:
Facebooktwitter

Trabajar por competencias

La segunda y tercera sesión del curso «aprender a programar por competencias (iniciación)» del CEP de Málaga y celebradas en octubre la dedicamos a «trabajar por competencias». Mi objetivo durante las mismas era ofrecer unas pautas claras para definir tareas y ofrecer un amplio abanico de enfoques metodológicos y recursos tecnológicos que fomentan la adquisición de las competencias.

Para desarrollar todo el trabajo, plantee hacerlo a través del aprendizaje cooperativo, normalmente funciona mejor con los estudiantes que con el profesorado, aún así, me gusta dar unas cuantas pinceladas posibilitando un ambiente más cooperativo y una formación en acción.

Para ello, se dividió el aula en distintos equipos pertenecientes a cada ciclo de Primaria, esto ayuda en el desarrollo de todo el trabajo. Tuvieron que crear su nombre, reparto de roles, compromisos, etc. Una vez superada esa fase comenzamos a explicar los pasos que suelo seguir para elaborar una UDI (unidad didáctica integrada), los cuales quedan recogidos en el siguiente video elaborado con PowToon:

Para ayudarnos en el diseño utilizamos el siguiente canvas (lienzo en inglés) elaborado por @gabrielmarin14 donde se recoge de manera visual todas las partes que son necesarias definir:

1.-Producto / tarea final

Cuando nos planteamos abordar el trabajo de una manera competencial, la mejor manera de hacerlo es a través de tareas de aprendizaje (así lo recoge el currículo). Deberemos definir un producto final tangible que el alumnado, normalmente en equipo, deba elaborar y si además lo tienen que exponer, mejor que mejor. Entre los productos que se pueden plantear nos encontramos con: maquetas, exposiciones artísticas, lapbook, cuentacuentos, etc. Todo dependerá de la edad, los recursos y los criterios/bloques de contenidos que nos planteemos desarrollar. Además, estos productos pueden ser digitales si utilizamos alguna app, si lo son los llamaremos artefactos digitales.

Ejemplos de productos finales (realizados en el aula) y de artefactos digitales por @Conecta13

2. Implicación de las áreas

Ya tenemos claro a donde tenemos que llegar, pues el siguiente paso es determinar que áreas se implicaran en el proceso, qué granito de arena y cómo lo van a aportar. Es fundamental tener claro ese producto final y nunca desviarnos de él. No todas las áreas tienen porqué participar, dependerá de ese producto y del equipo educativo que haya.

Más no tiene que significar mejor, de ahí el dicho, menos es más. Así que cuando hemos determinado las áreas que intervienen pasamos a rellenar el siguiente cuadro:

En él nos encontramos algo muy importante que debe haber en toda UDI que se precie y  es la «actividad motivadora», de ella depende que nuestro alumnado se enganche desde el primer momento. Puede ser desde un objeto hasta una excursión. Una vez decidida, cada profe desde su área, piensa que pueden aprender el alumnado en la consecución de la tarea final, que actividades se pueden realizar, ver si éstas pueden fusionarse con otras planteadas desde otras áreas creando productos/tareas parciales y la definición de una temporalización, ayuda mucho tener (mentalmente y/o en lugar visible del aula) todo el recorrido de nuestra UDI.

¡Ah! No se puede olvidar de prever los recursos, espacios, personal… que vamos a necesitar.

3. Concreción curricular

Vamos a toda máquina y nos toca fundamentar curricularmente los pasos anteriores, para ello acudimos a la orden 7 de marzo de 2015 y concretamente a los indicadores, no confundir con estándares, éstos últimos se refieren a toda la etapa mientras que los primeros son a nivel de ciclo y para Andalucía. Nos basamos en los indicadores porque es lo más concreto de todo el currículo y permite definir los resultados de los criterios de evaluación.

4. Filtro alumnado

Este paso es flexible, con esto me refiero a que no tiene que ser siempre el paso 4, podemos moverlo a conveniencia. Esto consiste en conocer los conocimientos previos de nuestro alumnado, sus intereses y necesidades. Se puede realizar a través de alguna rutina de pensamiento, de estructuras simples cooperativas, etc. Con ello conseguiremos que conecten un poco más con la UDI y sea más significativa. Hay que tener en cuenta que este paso, en mayor o menor medida, modifica los pasos anteriores.

5. Metodologías activas

Y por fin llegamos al meollo de la cuestión, el día a día, ¿cómo trabajamos? Siempre recomiendo cualquier metodología o pedagogía activa, aquellas que implican realmente a los estudiantes, cambian su rol y el del docente promoviendo unos procesos de adquisición de contenidos alternativos y haciendo una evaluación realmente cualitativa.

Bajo el término «metodologías activas» yo englobo las siguientes: aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje basado en problemas, flipped learning, gamificación… y un largo etcétera.

En la siguiente presentación utilizada durante las sesiones hay más información al respecto:

 

Los últimos pasos: 6. Evaluación y 7. Competencias clave los desarrollaré en el próximo post.

Para ver y descargar los recursos materiales repartidos y utilizados durante la sesión, acceder a estuche:  competencias clave

Síguenos en:
Facebooktwitter

Contextualizar competencias

A finales de junio ’17 recibí una llamada de @jaimecores asesor del CEP de Málaga en la que me proponía impartir una formación de 15 horas sobre Competencias Clave, concretamente el curso se titulaba «Aprender a programar por competencias (iniciación)» y en poco tiempo tuvimos que diseñar las sesiones en las que se dividiría el curso. Cada sesión giraba en torno a una temática concreta e intenté, en la medida de lo posible, utilizar diferentes enfoques metodológicos. Así quedaron las distintas sesiones:

 

La primera sesión tenía por título «contextualizar competencias» y se trataba básicamente de un acercamiento a la normativa base que rige las competencias clave: real decreto, decretos, órdenes, etc. Un sin fin de legislación pero es algo que todo docente debe dominar aunque es muy aburrido. Por ello, tuve que pensar la manera de plantear el contenido de una forma entretenida y práctica, como siempre intento que sean mis formaciones, pero la legislación muy entretenida no es. Así que, decidí hacer una pequeña experiencia gamificada (gamificación es el empleo de mecánicas de juego en entornos no lúdicos).

La narrativa iba a ser «Juego de Tronos» convirtiéndonos en salvajes del otro lado del muro con el objetivo de llegar a ser la Mano (competencial) del Rey. Con este video comenzaba la aventura:

Para desarrollar las mecánicas y dinámicas, los salvajes se agrupan en tribus (con su nombre, escudo, etc.) y van realizando una serie de pruebas que tienen que superar (explicadas en el cuaderno salvaje). Cada vez que superan una, obtienen una recompensa (escudos) y se van acumulando en los paneles de equipo:

      

Al final del juego, hay una batalla de tribus y la que más escudos tenga se convierte en la Mano Competencial del Rey dirigiendo la educación por competencias en Poniente.

A través de esta gamificación se va cogiendo práctica en el manejo de la legislación, puesto que las pruebas a las que se enfrentan están basadas en actividades legislativas.

A continuación la presentación utilizada durante la ponencia gamificada.

Los recursos utilizados y repartidos entre los asistentes están en estuche: competencias clave.

Síguenos en:
Facebooktwitter

Aprendizaje cooperativo

«Si quieres llegar rápido, camino solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo». Bien es cierto que cuando uno trabaja solo lo puede hacer más rápido pero si lo hace en equipo podrá desarrollar una serie de habilidades mucho más importantes que la rapidez, y en algunos casos, incluso será mas fácil el trabajo a desarrollar y más divertido.

Nacemos egocéntricos, individualistas y nos cuesta muchísimo compartir y ayudar, pero poco a poco mientras crecemos esas actitudes van cambiando: pasamos de jugar solos a jugar con más niños y niñas, dejamos nuestros juguetes y nos acercamos si vemos a alguien llorar… en definitiva, nos socializamos. No obstante, esa socialización también se debe extender hacia el trabajo que el alumnado desarrolla en la escuela, debemos intentar dejar de fomentar solamente el trabajo individual y la competición para ir paulatinamente introduciendo el trabajo en equipo y la cooperación, ir introduciendo pero sin llegar a sustituir, porque ambas maneras de trabajar son indispensables en esta sociedad.

Todo ello se puede intentar conseguir a través del aprendizaje cooperativo, y de esto trata una formación que impartí en un centro educativo dentro de su plan de formación. Me parece muy interesante el desarrollo del AC dentro de las aulas ya que se puede desarrollar sin demasiado esfuerzo, simplemente abriendo un poco la mente, dejando que el alumnado esté en equipos y modificando levemente la secuencia de actividades introduciendo un toque cooperativo en ellas.

Para la formación me basé en los trabajos de Pere Pujolàs, colectivo cinética, cooperamooc (un mooc que hice a finales de 2016) y como no, mi experiencia en el aula.

Antes de nada mencionar que siempre digo «trabajo en equipo» y no «trabajo en grupo» ya que considero que son diferentes. No es lo mismo un grupo de personas, que un equipo.

Fuente: Pinterest

Durante la jornada, como siempre intento en mis ponencias, quise que el profesorado participante vivenciara como era eso de trabajar en equipo. Para lo cual, los dividí por ciclos (era muy idóneo el número de integrantes de los ciclos) y les repartí su plan de equipo que debían decidir y completar (obra adaptada a partir de cuaderno de equipo Los Colegiales):

  • Nombre, escudo y lema del equipo.
  • Reparto de roles.
  • Objetivos y compromisos personales (no los decidieron por falta de tiempo).

 

En mi aula, cada vez que comienzo un proyecto o UDI confecciono los equipos con 3, 4 o 5 integrantes cada uno y tengo en cuenta tanto sus capacidades, actitudes y deseos. Es preferible los equipos pequeños a los grandes y con relación a los roles, no suelo introducirlos hasta el segundo ciclo.

Continuando con la ponencia, después de completar el plan de equipo, todo el profesorado hicimos algunas dinámicas de cohesión.  Son muy importantes realizarlas cuando introducimos el AC, incluso aunque el equipo se conozca, y no está mal hacerlas de vez en cuando ya que eso fomenta el «buen rollo» dentro del equipo.

A partir de ahí fui desarrollando la teoría intercalándola con estructuras simples, que es como se llaman las diferentes técnicas cooperativas. Las que más suelo usar son:

  • Parejas cooperativas: en parejas realizan una actividad y deben llegar a un consenso.
  • Folio giratorio: cada integrante escribe sobre algo que el docente haya pedido, una vez escrito se lo pasa a su compañero/a y así hasta que todos/as hayan escrito. Es importante que no hablen, que utilicen diferentes colores y que sus respuestas se complementen no que se repitan.
  • 1-2-4: primero se realiza la actividad de manera individual, después con la pareja de hombro  y por último se pone en común a nivel de equipo.

Presentación usada para la explicación de la teoría:

 

Uno de los aspectos más importantes es la evaluación del equipo. Para ello en mi aula suelo realizar lo siguiente:
  • Evaluación docente: a través de la observación y de las evidencias evalúo el trabajo de cada alumno dentro del equipo, y del equipo en su conjunto.
  • Autoevaluación del alumnado: cada alumno/a evalúa su trabajo.
  • Evaluación equipo: todo el equipo evalúa su trabajo.
  • Equipo de futuro: el alumnado escribe con quién le gustaría trabajar y con quién no le gustaría. (Un sociograma rápido).

Desde que he introducido el AC en mi aula he podido constatar como el alumnado intenta:

  • Poner lo mejor de sí mismo por el bien común del equipo.
  • Resolver conflictos de manera autónoma.
  • Reflexionan sobre su trabajo y del equipo y cambian la mecánica de funcionamiento cuando es necesario.
  • Diferencian entre amigos/as y compañeros/as de trabajo.

Con respecto a esto último comparto la experiencia de un alumno que dijo en clase: «profe, a mi al principio no me gustaba mi equipo porque no tenía ningún amigo pero ahora si me gusta porque trabajamos muy bien».

«Ir juntos es comenzar. Mantenerse juntos es progresar. Trabajar juntos es triunfar» – Henry Ford.

¡Triunfemos a través del AC!

Visita AC-Recursos en el apartado estuche haciendo clic

Síguenos en:
Facebooktwitter

Mindfulness

INEP- Inteligencia Emocional Plena: Mindfulness.

Desde hace un tiempo está muy de moda la utilización de Mindfulness para fomentar la concentración, la memoria y gestionar las emociones, especialmente en las escuelas, prueba de ello son las actividades formativas que desde los centros de profesorado se han ido ofreciendo, ya sean en cursos, grupos de trabajo o formaciones en centro.

El objetivo principal de estos cursos es, en un primer momento, la aproximación y vivenciación del programa  INEP para, posteriormente llevarlo a las aulas. Los ponentes  son magníficos, como por ejemplo @OliverJJimenez o @Mindfulprofes, profesionales del ámbito educativo que comparten su conocimiento y experiencia para que el resto del profesorado podamos aplicar todo lo aprendido en nuestra vida profesional y personal. Además de estos cursos del CEP, existen un Máster y un Experto en la Universidad de Málaga y, recientemente en la plataforma Miriadax, se llevó a cabo un mooc sobre esta temática.

Toda esta información se la transmití al profesorado asistente a una ponencia que se llevó a cabo en enero. Me hizo bastante ilusión recibir el encargo de la asesora Teresa @teluco3,  ya que a pesar de tener formación y práctica sobre Mindfulness, no suelo organizar ponencias con esta temática que me apasiona. Por lo que además de ilusión, también se convirtió en un reto, transmitir las ideas principales del programa INEP en una sola sesión a un grupo de docentes que no tenían idea sobre el tema, un reto bastante grande.

Para ello, decidí zambullirme en toda la documentación y experiencia vivida durante los cursos del CEP, los libros de Inteligencia Emocional Plena (teoría y práctica. Editorial Kairós) y mi propio día a día en el aula, tanto las actividades como el material que suelo usar.

Intenté crear una ponencia que mezclara algo de teoría, bastantes ejemplos de cómo llevarlo al aula y mucha experiencia in situ. La verdad, que el grupo me transmitió un feedback muy bueno y se encontraban bastante interesadas en el tema. Espero que les haya servido de comienzo y deseen seguir formándose en este campo tan interesante y útil.

A continuación está la presentación utilizada durante la ponencia.

 

 

Síguenos en:
Facebooktwitter

Buenas prácticas

En Noviembre recibí la llamada de la asesora Fina del CEP de Málaga para organizar una formación en centros sobre distintos ámbitos, amablemente me envió el proyecto de formación, lo que me ayudó mucho en el diseño de las ponencias.

Días después concertamos una cita en el CEP con la coordinadora del proyecto, Rocío, un encanto de seño, y les planteé el borrador que había realizado días antes. Éste consistía en una primera ponencia sobre «buenas prácticas». La verdad que es muy útil mantener entrevistas iniciales donde plantear los borradores, ya que sirve para conocer a los responsables de los centros, los asesores y, sobre todo, adaptar la formación a lo que realmente necesitan.

La primera ponencia versa sobre, lo que yo denomino «buenas prácticas», un compendio de prácticas docentes que conozco y/o he desarrollado, las cuales me parecen útiles y exportables a otros contextos. Evidentemente, cualquier cambio que se introduzcan en las aulas es complicado, pero con tiempo, paciencia, reflexión y modificaciones futuras, se puede convertir en un éxito.  Todo es cuestión de intentarlo y de ir introduciendo paulatinamente pequeños cambios en nuestra realidad educativa. Si se quiere, se puede… por lo menos, se puede intentar.

Durante la ponencia, el profesorado fue muy participativo y receptivo, a pesar de que las realidades educativas que vivimos son completamente opuestas. No obstante, toda realidad, todo centro educativo e incluso toda aula es diferente, con lo que incito a que cojan ideas, las personalicen y la lleven a la realidad a su manera. Me sentí muy a gusto durante la misma, tanto que no hubo ni descanso, tres horas seguidas, apenas salían al baño y veía en sus caras que lo que les estaba contando les interesaba y al final, me transmitieron que les había llamado la atención y que estaban satisfechos. Por lo que por mi parte, misión cumplida.

A continuación se puede ver la presentación utilizada en la ponencia.

Síguenos en:
Facebooktwitter