La cuarta sesión del curso «aprender a programar por competencias (iniciación)» del CEP de Málaga y celebradas en octubre, la dedicamos a «evaluar por competencias». Dentro de las competencias y de la educación en general, la evaluación sea tal vez el aspecto que más interrogantes plantea, además supone mucha dificultad cambiar el paradigma de una evaluación cuantitativa por una cualitativa cuando al final hay que introducir una nota numérica en Séneca. No obstante, durante todo el proceso el profesorado debe evaluar de la manera más cualitativa y objetiva posible, y no solo el profesorado, sino también el alumnado e incluso, las familias podrían participar.
Para desarrollar toda la sesión y como en las anteriores, seguimos poniendo en práctica el aprendizaje cooperativo con los equipos que ya teníamos formados. A partir de ahí comenzamos a reflexionar acerca de nuestra evaluación, en la cual prima el trabajo diario frente a exámenes escritos aunque estos últimos siguen teniendo gran importancia y puede que las familias les otorguen más que los propios docentes, por ello los/as maestros/as debemos hacer pedagogía respecto a ello en nuestras aulas.
Se realizó un pequeño análisis de la normativa vigente, en donde pudimos descubrir el carácter formativo de la misma y la necesidad de utilizar criterios de plena objetividad. Es necesario que tanto alumnado como familias conozcan la forma en la que se evalúa, a través de qué instrumentos y cuales son los criterios utilizados, intentando en todo momento disminuir la subjetividad que subyace. En este sentido una evaluación basada en evidencias se presenta como la mejor opción.
Durante gran parte de la jornada nos centramos en las mecánicas, instrumentos, evaluadores y apps educativas. De manera resumida:
- Mecánicas: me gusta llamarlas así en vez de procedimientos y las considero como formas de evaluar. En ellas podemos encontrar el diario de aprendizaje, la escalera de la metacognición, la diana de evaluación y las rúbricas, esta última la utilizo en todo momento en mi aula como procedimiento de evaluación, ya sea para una observación como para un trabajo. Algunos/as podrían decir que son instrumentos y no se equivocarían, aún así yo prefiero diferenciarlas.
- Instrumentos: el qué se evalúa, lo tangible. Existen innumerables instrumentos para evaluar como puede ser un producto final, tareas específicas, portafolio, cuadernos, pruebas escritas, etc. Normalmente utilizo la rúbrica para evaluar los instrumentos que utilizamos en clase.
- Evaluadores: creo firmemente en la capacidad del alumnado para evaluarse a sí mismo, a los compañeros, al equipo, a la UDI desarrollada e incluso a la labor docente. Por otro lado, los propios docentes además de evaluar al alumnado, debemos reflexionar sobre nuestra práctica educativa y si es en equipo, mucho mejor.
- Apps: entre las apps que se pueden utilizar para ayudar en el trabajo evaluador nos encontramos diferentes cuadernos digitales como iDoceo (apple), Additio (apple/android) o iSéneca (apple/android). Este último ha sufrido una gran modernización y se ha vuelto más operativo que en las versiones anteriores.
Ya en la última parte, abordamos las competencias clave y cómo se podía describir el nivel competencial adquirido por un alumno y las competencias que nuestra UDI puede desarrollar (esta UDI se comenzó a elaborar en equipos durante la segunda sesión y se finalizó en esta adjuntando la evaluación de la misma).
A continuación la presentación utilizada,
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