Aprendizaje cooperativo

«Si quieres llegar rápido, camino solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo». Bien es cierto que cuando uno trabaja solo lo puede hacer más rápido pero si lo hace en equipo podrá desarrollar una serie de habilidades mucho más importantes que la rapidez, y en algunos casos, incluso será mas fácil el trabajo a desarrollar y más divertido.

Nacemos egocéntricos, individualistas y nos cuesta muchísimo compartir y ayudar, pero poco a poco mientras crecemos esas actitudes van cambiando: pasamos de jugar solos a jugar con más niños y niñas, dejamos nuestros juguetes y nos acercamos si vemos a alguien llorar… en definitiva, nos socializamos. No obstante, esa socialización también se debe extender hacia el trabajo que el alumnado desarrolla en la escuela, debemos intentar dejar de fomentar solamente el trabajo individual y la competición para ir paulatinamente introduciendo el trabajo en equipo y la cooperación, ir introduciendo pero sin llegar a sustituir, porque ambas maneras de trabajar son indispensables en esta sociedad.

Todo ello se puede intentar conseguir a través del aprendizaje cooperativo, y de esto trata una formación que impartí en un centro educativo dentro de su plan de formación. Me parece muy interesante el desarrollo del AC dentro de las aulas ya que se puede desarrollar sin demasiado esfuerzo, simplemente abriendo un poco la mente, dejando que el alumnado esté en equipos y modificando levemente la secuencia de actividades introduciendo un toque cooperativo en ellas.

Para la formación me basé en los trabajos de Pere Pujolàs, colectivo cinética, cooperamooc (un mooc que hice a finales de 2016) y como no, mi experiencia en el aula.

Antes de nada mencionar que siempre digo «trabajo en equipo» y no «trabajo en grupo» ya que considero que son diferentes. No es lo mismo un grupo de personas, que un equipo.

Fuente: Pinterest

Durante la jornada, como siempre intento en mis ponencias, quise que el profesorado participante vivenciara como era eso de trabajar en equipo. Para lo cual, los dividí por ciclos (era muy idóneo el número de integrantes de los ciclos) y les repartí su plan de equipo que debían decidir y completar (obra adaptada a partir de cuaderno de equipo Los Colegiales):

  • Nombre, escudo y lema del equipo.
  • Reparto de roles.
  • Objetivos y compromisos personales (no los decidieron por falta de tiempo).

 

En mi aula, cada vez que comienzo un proyecto o UDI confecciono los equipos con 3, 4 o 5 integrantes cada uno y tengo en cuenta tanto sus capacidades, actitudes y deseos. Es preferible los equipos pequeños a los grandes y con relación a los roles, no suelo introducirlos hasta el segundo ciclo.

Continuando con la ponencia, después de completar el plan de equipo, todo el profesorado hicimos algunas dinámicas de cohesión.  Son muy importantes realizarlas cuando introducimos el AC, incluso aunque el equipo se conozca, y no está mal hacerlas de vez en cuando ya que eso fomenta el «buen rollo» dentro del equipo.

A partir de ahí fui desarrollando la teoría intercalándola con estructuras simples, que es como se llaman las diferentes técnicas cooperativas. Las que más suelo usar son:

  • Parejas cooperativas: en parejas realizan una actividad y deben llegar a un consenso.
  • Folio giratorio: cada integrante escribe sobre algo que el docente haya pedido, una vez escrito se lo pasa a su compañero/a y así hasta que todos/as hayan escrito. Es importante que no hablen, que utilicen diferentes colores y que sus respuestas se complementen no que se repitan.
  • 1-2-4: primero se realiza la actividad de manera individual, después con la pareja de hombro  y por último se pone en común a nivel de equipo.

Presentación usada para la explicación de la teoría:

 

Uno de los aspectos más importantes es la evaluación del equipo. Para ello en mi aula suelo realizar lo siguiente:
  • Evaluación docente: a través de la observación y de las evidencias evalúo el trabajo de cada alumno dentro del equipo, y del equipo en su conjunto.
  • Autoevaluación del alumnado: cada alumno/a evalúa su trabajo.
  • Evaluación equipo: todo el equipo evalúa su trabajo.
  • Equipo de futuro: el alumnado escribe con quién le gustaría trabajar y con quién no le gustaría. (Un sociograma rápido).

Desde que he introducido el AC en mi aula he podido constatar como el alumnado intenta:

  • Poner lo mejor de sí mismo por el bien común del equipo.
  • Resolver conflictos de manera autónoma.
  • Reflexionan sobre su trabajo y del equipo y cambian la mecánica de funcionamiento cuando es necesario.
  • Diferencian entre amigos/as y compañeros/as de trabajo.

Con respecto a esto último comparto la experiencia de un alumno que dijo en clase: «profe, a mi al principio no me gustaba mi equipo porque no tenía ningún amigo pero ahora si me gusta porque trabajamos muy bien».

«Ir juntos es comenzar. Mantenerse juntos es progresar. Trabajar juntos es triunfar» – Henry Ford.

¡Triunfemos a través del AC!

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